Tenemos la facultad de mezclar y conseguir sutilezas, aromas y sabores nuevos y esto fue lo que pasó para una tarta de cumpleaños que me fue encargada hace unos meses. Le pedí a la persona en cuestión los ingredientes que le gustaban y a partir de ahí cree un encargo único y original. Entre sus peticiones quería que hubiera un toque infantil donde aparecieran una casa y mariposas. Desde el principio tuve la imagen clara de cómo decorar la cobertura y los adornos a utilizar, de hecho en la tienda sólo les quedaban mariposas verdes, justo uno de sus colores favoritos, esto me indicaba que todo iba a encajar. Prefería que fuera de bizcocho, puesto que le recordaba las tartas tradicionales, un relleno a base de mermelada de naranja (su favorita) y con un toque especiado de jengibre; eso fue idea mía, así agregaba un toque exótico puesto que le encanta viajar a lugares del lejano oriente. La cobertura tenía que ser de chocolate, una de las preferencias del encargo. La idea de que la