Las cerezas o picotas son frutas de verano que son como las pipas, empiezas por una y no puedes parar hasta que no le das fin jejeje. Hasta este año siempre pensaba: qué pena, para usarlas en postres hay que partirlas y deshuesarlas y no es fácil, pero gracias a facebook y mi madre que me pasó un link este verano he aprendido una técnica que las deja intactas. Sólo se necesita una pajita o cañita de las de refresco pero que tenga más consistencia, ésta se pone en la base del fruto y se va introduciendo poco a poco y empujando así el hueso hacía arriba por donde la cereza se una a su rabito hasta que sale por ahí. La cereza se queda con su forma y con un agujero en la base y otro arriba. Aquí dejo unas fotos que siempre es más gráfico y ayuda a entender la explicación. Le tomé tal gusto a la técnica que deshuese más picotas y las congelé, así para el invierno pueden ir de relleno en una tarta o en unas pastas quién sabe. La base y relleno es básico para cualquier