Sólo se necesita una pajita o
cañita de las de refresco pero que tenga más consistencia, ésta se pone en la
base del fruto y se va introduciendo poco a poco y empujando así el hueso hacía
arriba por donde la cereza se una a su rabito hasta que sale por ahí. La cereza
se queda con su forma y con un agujero en la base y otro arriba. Aquí dejo unas
fotos que siempre es más gráfico y ayuda a entender la explicación.
Le tomé tal gusto a la técnica
que deshuese más picotas y las congelé, así para el invierno pueden ir de
relleno en una tarta o en unas pastas quién sabe.
La base y relleno es básico para
cualquier tarta de frutas, se puede elegir de una sola fruta como ha sido mi
caso o variedad de ellas, también se le puede poner un almíbar por encima.
Las tartas de frutas y crema
siempre triunfan allí donde van.
Tarta Cremosa de Cerezas
Ingredientes para la masa
- 375 grs. de harina de trigo
- 180 grs. de mantequilla fría
- 1 pizca de sal
- Agua fría
Ingredientes
para la crema
- 1 litro de leche
- Vainilla en polvo
- 3 yemas de huevo
- 1 vaso de los de agua de azúcar blanca
- 3 cucharadas soperas de harina
Ingredientes decoración
- Picotas deshuesadas al gusto
Elaboración
Lo primero será hacer la masa para que repose
mientras realizamos el resto de la tarta. En un recipiente hondo se echa la
harina, la sal y la mantequilla fría a dados. Con la mano se debe desmenuzar e
intentar mezclar, como son dos ingredientes secos no llegarán a unirse, se
convertirá en una especia de migas de pan húmedas, en ese momento añadir agua
bien fría, debéis hacerlo poco a poco, con pequeños chorritos, porque la masa
no necesita mucha cantidad. Una vez bien trabajada, podréis hacer una bola con
tono amarillo y nada pegajosa, perfecta, la envolvéis en film transparente y a
la nevera para que repose.
Mientras en un cazo vertéis el litro de leche
menos una taza que lo apartaréis para mezclar la harina. En ese cazo además echáis,
el azúcar, las tres yemas y la vainilla. Con unas varillas eléctricas le dais
un golpe de aire para que quede bien esponjosa la crema, encendéis el fuego y
calentáis sin dejar de remover con una cuchara de madera. Una de mis bisabuelas
decía que siempre hacía el mismo lado.
En la taza de leche que habéis reservado se
echa la harina y mezcla bien para evitar
grumos. Cuando la leche del cazo está caliente y a punto de ebullición, sin
dejar de remover se vierte despacio la harina diluida. Ya están todos los
ingredientes, ahora sin parar de darle vueltas dejar que hierva durante 3-4
minutos y veréis que la textura cambia creándose una especie de natilla de
color claro. Ya se puede apagar y dejar enfriar.
En el molde donde se vaya a hornear y
previamente engrasado con un poco de mantequilla se pone la masa quebrada que
ya hemos trabajado con un rodillo, se ha estirado y dado la forma del
recipiente. Se vierte encima la crema y se colocan las cerezas por encima, las
podéis poner más juntas o separadas en función de la intensidad que queráis que
tenga de sabor.
Se lleva al horno precalentado con el fuego
abajo a 180ºC
durante unos 40 minutos, en los últimos 10 minutos podéis darle calor también
arriba. No es una tarta que se dore mucho, simplemente se nota que la masa ya
está cuajada, se saca del horno y se deja enfriar entre 12-24 horas.
Pintaza! ñam ñam
ResponderEliminarSiiiiiiiiii y qué sabor!!!!!!
EliminarJejejejeje