Dentro de la extensa repostería que nos encontramos en el mundo árabe, la receta que hoy os traigo es mi favorita, los maamouls. Ideal para acompañar un rico té con hierbabuena y de dulzura no excesiva.
Recuerdo en
los años noventa que se empezaron a poner de moda las pastelerías árabes, y en
especial recuerdo una que había en la Calle Montera… siempre que entraba elegía
un maamoul de pasta de higo, dependiendo de la zona su relleno puede ser de
higo, dátiles u otros frutos secos.
Su característica
es la delicadeza de la masa hecha a base de mantequilla con el contraste del
relleno, en este caso hecho a base de higo triturado.
Cuando descubrí
esta receta, también descubrí sus moldes que en varios blogs ya he visto, pero
me ha sido imposible encontrar. Yo lo hice de manera artesana, con un cazito
para darle la forma ahuevada y con un palillo chino la decoración.
Es una
receta que necesita tiempo, ya que hay que hacer uno a uno, por eso es perfecto
hacerlo en grupo. Cuando estaba en mi casa preparándolas me imaginaba un grupo
de mujeres (madres, hijas, tías, primas…) todas colaborando y con mucho amor y
alegría… así lo sentía. Suelen ser dulces que se hacen para celebraciones, así
que no debo ir muy desencaminada en la idea de hacerlas en familia.
Otra semana
más os invito a meteros en la cocina, esta vez con compañía y realizar esta
deliciosa receta.
Ingredientes
para la masa
- 460 gr. de harina
- 250 grs. de mantequilla
- 2 yemas de huevo
- 60 gr. azúcar glass
- 1/3 cucharadita de las de moka de bicarbonato sódico
- 1 pizca de vainilla en polvo
Para el
relleno
- Agua
- 300gr. de higos turcos
- 1 cucharadita de agua a azahar
- 1 cucharadita de canela
Elaboración
La noche de
antes trocear los higos turcos y cubrirlos casi por completo con el agua, la
canela y el azahar. He elegido esta variedad de higos, los turcos, porque son
muy jugosos y no llevan harina por fuera, en cualquier tienda de frutos secos
tienen diferentes tipos de higos y ésta suele ser muy común de encontrar. Se dejan
tapados en un recipiente para que se hidraten y tomen el aroma deseado.
A la mañana
siguiente se trituran con el jugo que han soltado, si fuera mucha agua retirar
un poco antes de pasarles la batidora y reservar.
Para realizar
la masa dispondremos de la mantequilla a temperatura ambiente, el azúcar, las
yemas de huevo y la vainilla, se mezcla bien con las manos y seguidamente se
añade la harina con el bicarbonato incorporado. Tiene que quedar una masa homogénea
y suelta, es decir, que no esté pegajosa, tal vez tengáis que añadir un poco
más de harina, así que no dejéis el paquete muy lejos por si necesitáis. Cuando la masa se despega de las manos y tiene dicha consistencia se la
deja reposar unos 15 minutos.
Ahora toca
sentarse en la mesa de cocina, con una infusión y buena música porque llega la
parte más tranquila y laboriosa, hacer las pastas.
Primer paso,
tomar una bolita de la masa del tamaño de una nuez o un poco más grande y con
el dedo hacerle un agujerito hasta el centro.
Segundo paso,
con un cucharita se toma un poco de relleno de higo y se coloca en el interior, sin
llegar a rebosar, porque necesitamos parte de esa masa para cerrar la bolita. Si
queda un poco justa de cantidad podeís hacerle un “parche” con más masa y
cerrar la parte de abajo.
Tercer paso
introducir la bolita rellena en el molde de maamoul (son como una cuchara de
madera con muescas para hacer la decoración) o en un pequeño cazito o cuenco como
hice en mi caso al no tener el molde, lo tenéis que forrar con un poco de papel
film de cocina para facilitar luego su extracción. Presionáis con cuidado de no reventar
la pasta hasta que tenga la forma deseada.
Cuarto paso,
sacáis la pasta del molde y con un palillo u otro utensilio que os sea cómodo
hacerle unas muescas o motivos decorativos.
Una vez que
están todas las pastas se colocan en una bandeja de horno con un papel vegetal
y se introducen al horno, éste previamente calentado. La temperatura de cocción
será 200 ºC con calor principalmente abajo, en algunos momentos podéis poner
calor también arriba. ¿El tiempo? No sabría decir con exactitud, 10-15 minutos
tal vez, quién os lo dirá mejor es la propia masa, tiene que dorarse levemente.
Cuando se
sacan del horno se espolvorea azúcar glass por encima y listo, a disfrutar de
los dulces del mundo!!!
¡Qué originales!
ResponderEliminarNo soy muy fan de los higos (me como uno y ya me aburro de ellos) así que esta idea para usarlos en pastitas puede venirme que ni pintada :)
Pues te lo recomiendo al 100%!!! Son un vicio!!!
EliminarSaludos!!!!
Que buenos tienen que estar no los conocia asi q me los apunto bsss
ResponderEliminarPues ya me contarás!!!! Muaa
EliminarTienen un aspecto increíble. No conocía estos dulces, habrá que probar a hacerlos. Besos.
ResponderEliminarSiiii son un poco laboriosos pero merece la pena!!!
EliminarMuaaa
Ay ¡qué ricos! ,y hacía tiempo que estaba detrás de una receta árabe.
ResponderEliminarPues aquí tenéis una bien rica!!!!
Eliminar