Hace ya un tiempo publiqué unas
tortas de pascua murcianas y hablé de su textura y sabor, que me recordaba a
unos bollos que comprábamos en Mazarrón y que era imposible de encontrar por
Madrid. Bueno pues estas tortas, a pesar de no llevar los mismos ingredientes
tienen esa textura que me vuelve loca, además de un sabor bien auténtico.
Estas son las recetas que me
gusta descubrir, saborear y luego subir a Los dulces de mi vida, porque son
recetas clásicas, que desde la repostería industrial no pueden aproximarse ni a
su sabor ni a su calidad, son para hacer en casa. Son los bollos de toda la
vida, que siempre nos traen un recuerdo de la infancia, de un verano o de una
persona en concreto. Por eso sigo escribiendo cada semana, porque no quiero que
se pierdan joyas así.
Tortas murcianas de naranja
Ingredientes
- ½ kilo de harina de trigo
- 100 gr. de azúcar
- 125 ml. de zumo de naranja
- La ralladura de una naranja grande
- 125 ml. de aceite suave
- 2 huevos
- ½ sobre de levadura (5 gr. aprox.)
- 1 sobre de armisen (sobre de gaseosa) en su defecto bicarbonato sódico
- Huevo y azúcar para barnizar
Elaboración
En un bol alto ponemos los
huevos, el azúcar y la ralladura de naranja, con las varillas manuales batimos
bien hasta que la mezcla esté espumosa; después añadimos el zumo y el aceite,
seguimos batiendo.
El sobre de armisen y la mitad
del sobre de levadura se incorporan a la harina y finalmente esto se mezcla con
el anterior paso.
Ya con la ayuda de las manos
trabajamos la masa hasta conseguir que sea elástica y fina, tal vez necesitéis
un poco más de harina, en mi caso fue muy poco lo que le añadí después, eso lo
tenéis que valorar vosotros.
Tapamos el bol y lo dejamos
reposar una hora en un lugar cálido. La masa no subirá pero tomará una textura
más burbujeante, por decirlo de alguna manera.
Pasado ese tiempo tomamos
porciones de 100-110 gramos y con las manos engrasadas en aceite vamos dando
primero la forma de bola y después se aplasta un poco, como veis en la
foto.
Se colocan en la bandeja del horno
con su papel vegetal, dejando una buena separación entre ellas, porque tiende a
expandirse.
Se barnizan con huevo batido y se
espolvorea azúcar por encima.
El horno precalentado con calor
arriba y abajo a 200ºC aproximadamente 30 minutos, siempre vigilando que no se
quemen, por eso cada horno llevará su ritmo.
Dejar enfriar y degustar con un
vaso de leche fresca, yo creo que es como mejor se aprecia la textura del bollo,
dado en su mayor medida por el armisen junto con la levadura.
Conservar en un recipiente bien
hermético porque tienen a endurecerse un poco, pero es normal.
Gracias a Cocina en Familia por
tan espectacular receta.
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