La receta que hoy os presento es
una variación de las tortas de aceite tan famosas por la zona de Andalucía, sí,
de torta han pasado a “gorditos” y es
que no hemos encontrado mejor forma de llamarlos.
Esta masa es muy fácil de
preparar, por mi bagaje repostero he aprendido las diferencias de los dulces
tipo bollo en función de la grasa que se use. Por lo general puede ser:
mantequilla, manteca y aceite. Cada uno de estos ingredientes aporta una
textura y esencia diferente. La más fina, en mi opinión, es la mantequilla,
hace que los dulces sean más “europeo” no sabría bien definirlo, me evocan más
una reunión de té inglés o un grupo de francesas del siglo XIX. La manteca es
más fuerte, su resultado son recetas más llanas, por ejemplo unas perrunillas o
mantecados, tienen esa peculiaridad de
dejarte el paladar marcado, cuando se usan buenos ingredientes, por supuesto. Y
por último está el aceite, que recuerda más a la manteca, pero es más ligero y
pasa más desapercibido dentro del sabor de la receta. No podría decir cuál de los tres ingredientes
prefiero, como he dicho, cada uno de ellos imprime un carácter diferente y eso
es lo rico de la repostería.
Bueno, tras mi divagación sobre
la mantequilla, la manteca y el aceite sólo deciros que es una receta nueva, no
recogida de ningún libro o blog, simplemente hemos dejado volar a nuestra
imaginación por el mundo de los sabores.
Ingredientes
- ½ kg harina de trigo
- 80 grs azúcar blanca
- 1 cucharadita de las de moka de canela
- 2 cucharadita de las de moka de sésamo
- 2 cucharadita de las de moka de anís grano
- Piel de una naranja
- 1 cucharada de anís liquido
- 150 ml leche
- 150 ml aceite de oliva suave
- 1/3 de cucharadita de las de moka de bicarbonato sódico
- 3 cucharadas de uvas pasas
Elaboración
En una sartén disponemos el
aceite con la cáscara de naranja a trocitos, a un fuego medio dejamos que se
dore la cáscara dándole de vez en cuando la vuelta para que con el calor
desprenda todo su aroma. Por unos instantes lo retiramos del fuego y vertemos
las semillas de sésamo y el anís en grano.
Con la cuchara de madera
removemos y volvemos a colocarlo al calor, poco a poco las semillas tomaran
color, no en exceso, cuando lleven ya un rato así apagamos el fuego y dejamos
que se enfríe.
Cuando el aceite está frío,
retiramos y tiramos la naranja y le incorporamos el anís líquido, este
preparado se vierte sobre una fuente grande donde estarán ya el resto de
ingredientes.
Con las manos se amasa y se deja homogéneo,
hay que trabajarlo bien para que todas las semillas se repartan por igual, cuando esté listo se deja reposar
unos 15 minutos tapado con un paño.
Sobre una superficie plana y con
la ayuda de un rodillo se estira la masa hasta conseguir un grosor 1.5 o 2
centímetros aprox. y con un corta-pastas se hacen las formas del bollito y se
colocan en la bandeja del horno, sobre un papel vegetal.
El horno debe estar precalentado
con antelación a 200ºC y estarán dentro unos 15-20 minutos con el calor tanto
arriba como abajo. No son bollos que se tuesten, sólo toman un ligero color.
Para enfriarlos lo mejor será colocarlos sobre una rejilla y
así eliminarán el exceso de humedad.
Ya sólo queda degustarlo con una
infusión o el café del desayuno, hasta la próxima semana!!!
Te han quedado preciosísimos, geniales.
ResponderEliminarJijijiji si son muy graciosos y bien ricos!!!
EliminarSaludos!!!
Ya esta¡¡¡ he hecho tus gorditos, con algunas variaciones, y me han quedado muy ricos, el sabor a naranja es espectacular, lo más curioso¡¡ que los he llamado sin darme cuenta, porque pense que ese era tu nombre, gordillos, y no gorditos como es su nombre...asi se quedarán...gracias por un blog tan maravilloso...
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