Aloja es una bebida con historia y de la historia, ya que en España desde mediados del siglo XIX no existe, pero gracias a la magia de Internet y al deseo irrefrenable de las personas por transmitir el conocimiento antiguo que de otra forma se hubiera perdido, esta curiosa receta ha llegado a mis manos.
Hace unas semanas viajando por twitter llegó
a mí la primera referencia de esta bebida, me picó la curiosidad y cuando tuve un poco de tiempo seguí
investigando, encontré información muy interesante, (parte de ella la publiqué
la semana pasada en mi página de facebook).
Como tenía todos los ingredientes en casa y
este fin de semana ha sido caluroso, ¡Qué estamos en plena canícula! Me
aventuré a realizarlo ¿El sabor? Agradable y sabiendo que es un gusto antiguo y
que los paladares cambian totalmente con el tiempo, siendo de otra época donde
el agua y el vino eran las bebidas más comunes, ni siquiera la cerveza había
llegado a España, sería Carlos V quien la introdujera siglos después. En
principio no es una bebida alcohólica, aunque en algunas referencias sí hablen
de su fermentación o mezcla con el vino.
Por las fuentes que he encontrado, que más
abajo haré referencia, dice que era una bebida introducida en la península por
los sarracenos en tiempos la reconquista y que fue adoptada por los cristianos
por su beneficioso efecto ante los rigores del clima y algunas enfermedades del
momento. Dentro de los campamentos una tienda con bandera blanca y una franja
roja indicaba que ahí se vendía la aloja, dicho emblema quedó impreso a la
bebida porque hasta sus últimos días era el símbolo que se colocaba en la
puerta de las alojerías, el nombre que tomó el lugar donde se elaboraba y
consumía.
Si seguimos avanzando por la historia hay
escritos que marcan como en 1640 se creó el gremio de alojeros y que en tiempos
de la esposa de Felipe IV, Mariana de Austria, en 1647 se consumían sólo en
palacio más de 250 maravedíes en este brebaje al día.
Calderón de la Barca, Quevedo y Moratín la citan en sus escritos y en el
corral de comedias, mientras las obras de Lope de Vega entretenían a la gente,
la aloja era la bebida estrella.
No puedo continuar escribiendo sin
preguntarme ¿Cómo una bebida tan famosa y trascendental desapareció hasta
olvidarse casi por completo?
Por suerte se conserva un documento de 1656
“Tratado del vino aguado y agua envinada, sobre el aforismo 56 de la sección 7
de Hipócrates” de Jerónimo Pardo, donde viene una de las recetas. Hay que decir
que cada alojero tenía su fórmula y ésta era secreta, algunas eran fermentadas
y otras solo un agua especiada. Transcribo la imagen:
"Agua de río 30 libras, levadura antigua 4
onzas, miel muy buena 3 libras, polvos de jengibre y pimienta longa de cada uno
media onza, canela 3 dracmas, clavo
dracma y media, nuez de especia una dracma”.
Otra receta que circula por la red y es la
que he seguido: “Para una cántara (16 litros), 15 litros de agua, media libra
de levadura, 4 libras de buena miel y media libra de especias repartidas en una
parte de jengibre, por una parte de pimienta blanca, por dos partes de canela,
una de clavo y otra de nuez”.
Si llegamos hasta los siglos XVIII y XIX veremos su mayor auge y su extinción, como dejó reflejado Don Dionisio Chaulié en su artículo periodístico “Recuerdos de un contemporáneo” en la revista madrileña Revista Contemporánea el 30 de Octubre de 1881: “Las alojerías, de antiquísimo origen que han desaparecido por completo hace bastantes años. En 1830 sólo quedaban 4 en todo Madrid. Dos en la calle Toledo, una en la de la Montera y otra en la Puerta del Sol. Servido invariablemente en enormes tazones de vidrio con dos asas”.
Pero antes de llegar a este punto de la
historia se hizo hasta una ley que restringía las alojerias, una por cada tres
portales, (de esta forma nos damos cuenta de su popularidad).
Para que se sirviera bien fría se utilizaba nieve que bajaban los neveros
con sus mulas desde la sierra de
Guadarrama y se conservaba en los Pozos de Nieve, que estaban por la zona de la
glorieta de Bilbao. Así se acentuaba su sabor y su carácter refrescante.
Y con esta información llegaríamos hasta su
declive donde las aguas de anís, hinojo, romero, horchatas y granizados
hicieron que la Aloja perdiera fama y acabara siendo olvidada. Aún en países de
Latinoamérica se consume, pero la receta ha experimentado variaciones.
Yo este fin de semana he vuelto a las raíces,
he viajado mínimo hasta el siglo XIX y me imaginado cómo sabría esta bebida y
cómo la disfrutarían mis antepasados. La verdad es que me ha gustado y la
tendré a menudo en la nevera.
Aloja
Ingredientes
(Las cantidades las he adaptado a las medidas actuales, ayudándome de la intuición).
- 1 litro de agua
- 4 cucharadas soperas de miel (unos 130 grs.)
- Mezcla de especias todas molidas, en la siguiente proporción:
- 1 de jengibre
- 2 de canela
- 1 de pimienta blanca
- 1 de clavo
- 1 de nuez moscada
Elaboración
En un pequeño recipiente se coloca la
proporción de las especias, sabiendo que se podrá añadir más si al probarlo nos
resulta soso, la medida que seguí era la punta de una cucharita de las de moka,
no llegando el total a 10 gramos.
En una jara se vierte la miel y con un poco
de agua se bate ligeramente, se añade el resto de agua y las especias. Con unas
barillas eléctricas se emulsiona hasta llegar a crear una espuma blanca, como
véis en la fotografía se podría confundir con la ya mencionada cerveza.
Se corrige de sabor según os gusten los
sabores suaves o fuertes. Para que tome
más espíritu dejarlo al menos un día en la nevera y al servirlo lo podéis hacer
con hielo.
Bibliografía:
www.secretosdemadrid.es
actualidadliteratura.com
antiguoscafesdemadrid.blogspot.com
blogs.elnortedecastilla.es
www.boloncol.com
cristoballopezdelamanzanaraescritor.blogspot.com
tallerdevivencias.blogspot.com
Simplemente PERFECTO, una entrada buenísima, no conocía esta bebida y de verdad voy a hacerla, me ha encantado la información... Y es verdad, no se entiende porque se perdió, al menos tu lo has recuperado ,lo dicho una pasada de entrada.un beso
ResponderEliminarMuchas gracias Ana, la verdad es que me encantó encontrar la información y claro, compartirla!!!! Yo la hago con bastante frecuencia en casa porque es muy reconstituyente, te la recomiendo.
EliminarUn beso!!!!
interesante no la conocia me gusta la entrada abra que probarla bsssss
ResponderEliminarHola Nati!!!! Pues claro que sí tienes que hacerla, lo mejor para este calorcito!!!
EliminarUn beso
ufff con la caló que estoy pasando aquí al lado del ordenador y veo ésto... me la apunto para hacerla antes de que pase el veranito ya te contaré...
ResponderEliminarte he dejado un regalito en mi blog por si quieres pasar a recogerlo
http://lacocinadecarol.blogspot.com.es/2013/04/premio-one-lovely-blog-award.html
Muchas gracias!!!!! Siempre es genial recibir regalitos así!!! Tienes que animarte a hacerla, ayuda mucho a sobrellevar el calorcito!!!!
EliminarUn saludo!!!!
Me ha encantado no solo la receta, que pronto probaré, sino la historia que has encontrado sobre ella. me ha picado la curiosidad, gracias. un abrazo. muakkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk
ResponderEliminarHola Pilar!!!! Pues si es una historia bien curiosa y la bebida.... a mí me ha encantado!!! Durante este verano la hecho muy a menudo, así recordamos a los nuestros!!!!
EliminarComo siempre te digo: GRACIAS POR ESTAR AHÍ y un BESOOOOOOO
gracias a ti por todo. muakkkkkkkkkkkk
Eliminar:)
EliminarHola.
ResponderEliminarEn las recetas antiguas aparece mencionada levadura, pero tu no la mencionas en tu receta. ¿No la pusiste?
Si hay que ponerla, ¿cuándo la agregas y en qué cantidad?
si no la pones, ¿cuál es el origen de la espuma que se forma?
Gracias
Hola, la espuma resulta sólo de remover. No puse levadura porque no sabía bien cómo incorporarla, hay que pensar que son recetas muy antiguas. Saludos.
EliminarCreo que, no le pone levadura porque si no fermenta, yo tambien lo he leido en otras paginas, la espuma se forma al batir el agua con la miel y las especias y como dice hay que tomarla muy fria para que esté buena porque sino sabe a te con miel
ResponderEliminarEso es, has dado en el clavo. Gracias y Saludos
EliminarPor lo que he leído, esta es una bebida fermentada muy parecida a una hidromiel. Se debe calentar el agua, dejar que enfríe un poco y, cuando la temperatura esté un poco por debajo de 60° C añadir la miel (para que esta no pierda sus propiedades). Apartar a un vaso un poco del líquido y cuando esté entre los 25-30° C añadir la levadura, mezclar bien y dejar actuar unos 10-15 minutos. Incorporar la levadura al líquido (tiene que estar por debajo de 30ºC, sino se morirían las levaduras). Mezclar bien, añadir las especias y poner en un bote cerrado con un airlock. Fermentar durante unos 15-20 días. Así lo haría yo. Seguro que la fermentación le aportará unos matices totalmente diferentes. Hay que tener en cuenta que esta fermentación la aportará una ligera graduación alcohólica.
EliminarPor lo que he leído, esta es una bebida fermentada muy parecida a una hidromiel. Se debe calentar el agua, dejar que enfríe un poco y, cuando la temperatura esté un poco por debajo de 60° C añadir la miel (para que esta no pierda sus propiedades). Apartar a un vaso un poco del líquido y cuando esté entre los 25-30° C añadir la levadura, mezclar bien y dejar actuar unos 10-15 minutos. Incorporar la levadura al líquido (tiene que estar por debajo de 30ºC, sino se morirían las levaduras). Mezclar bien, añadir las especias y poner en un bote cerrado con un airlock. Fermentar durante unos 15-20 días. Así lo haría yo. Seguro que la fermentación le aportará unos matices totalmente diferentes. Hay que tener en cuenta que esta fermentación la aportará una ligera graduación alcohólica.
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