Creo que en recuerdo de toda persona tendría que haber una tarde de paseo con la familia y una bayonesa de cabello de angel como merienda, es todo un clásico de pastelería y de mi infancia.
Realmente este es un dulce que
chiflaba a la familia de mi padre, cuantas veces venía mi abuela Pepita con una
plancha entera de la pastelería La Flor y Nata, que por desgracia cerró su tienda de la
plaza Celenque muy cerca de Arenal, por muchas veces ha estado como postre de celebración y reuniones
familiares.
Por lo que veis, esta receta
conlleva mucha carga emocional, muchos recuerdos, en estos días donde los
“Josés, Josefas y padres” son tan nombrados y creo que fue uno de los aspectos
que hizo que mi horno se rompiera, sí, hace unas semanas cuando ya tenía dentro
del electrodoméstico este postre hojaldrado saltaron los plomos y mi horno
decidió pasar a mejor vida.
Soy de la opinión que los
objetos, plantas o animales que tenemos alrededor y sobretodo los que tienen
gran significado para nosotros “soportan” nuestras cargas o emociones y en
momentos muy determinados “estallan” de emoción. Por lo menos, eso fue lo que
pasó en mi cocina, así que esta plancha de bayonesa se terminó de hacer en casa
de mi madre y significó un antes y un después en los dulces de mi vida.
Como las cosas siempre son para
mejor pronto os contaré una nueva historia con un gran final, mejor dicho
comienzo!!!
Deciros que este es mi primer
hojaldre, era para mí un gran reto y por fin me decidí a hacerlo, he quedado
muy satisfecha con el resultado y creo que como me ha pasado con los roscones de
reyes, no volveré a comprar hojaldre hecho. Seguí los pasos de “Webos Fritos” y
fue sencillísimo, el proceso lo explicaré a mi manera pero os recomiendo
visitar la entrada que tienen sobre el hojaldre porque viene muy sencillo y con
muchas fotografías.
Aquí os presento la receta,
elegida muy conscientemente para esta semana donde los recuerdos se entrelazan
entre lo dulce y lo amargo.
Ingredientes
Para el hojaldre
- 500 grs. de harina
- 250 grs de agua
- 60 grs. de mantequilla
- 8 grs. de sal
- 350 grs. de mantequilla
- 400 grs de cabello de angel (o también llamado dulce de calabaza)
La cobertura
- 1 huevo
Lo primero de todo será el
hojaldre: habrá que hacer el “plastón” (parece ser que así lo llaman) en un
recipiente grande colocar en montaña la harina y en medio echar el agua, la sal
y los 60 gramos
de mantequilla ya derretida. Amasar con fuerza pero no trabajarla mucho. Hacer
una bola y con un cuchillo marcarle una cruz bien profunda, dejarla en la
nevera entre una o dos horas.
Transcurrido este tiempo, colocar
la masa en la superficie donde se va a trabajar con el rodillo. Guiándonos por
la cruz que se hizo estirar la masa alargando los cuatro brazos con la misma
cantidad de masa y tamaño. El centro debe llevar más masa. Os dejo dos fotos
sobre del proceso. Cuando ya está hecha la cruz, se coloca los 350 gramos de
mantequilla en bloque a temperatura ambiente y como si se tratara de un
paquete, vamos superponiendo los brazos (tienen que ser contrapuestos).
Ahora el bloque de mantequilla ha
quedado “envuelto” por la masa, entonces es el momento de sacar toda la
energía que llevamos dentro
(simbólicamente hablando) y golpear el
paquete, poco a poco se irá ablandando y podremos estirarlo con el rodillo,
formando un rectángulo, siempre se trabaja en una sola dirección. Doblarlo en
tres, como si fuera un tríptico y girarlo 90 grados hacia un lado y volver a
extenderlo con el rodillo hasta formar otro rectángulo como el primero. De esta
manera construimos las capas tan conocidas y preciadas del hojaldre.
Así diríamos que llevamos “dos
vueltas”, ponerlo a la nevera 20 minutos y repetir los pasos de formar el rectángulo o capas, así mínimo dos
veces más, dando en total 6 vueltas a la masa, tengo que reconocer que yo perdí la
cuenta y creo que se llevo dos vueltas extras, jejeje.
Cuando ya hemos terminado estos
pasos, dividir la masa en dos y hacer dos planchas iguales, colocar una de
ellas en la bandeja del horno (con un papel vegetal) y rellenar con el cabello
de ángel. Colocar la otra plancha y cerrar los bordes.
Con un tenedor hacer pequeñas
incisiones para favorecer su cocción y barnizar con el huevo batido.
Cuando ya hemos llegado a este
punto, dejamos en la nevera la bandeja mientras se calienta el horno. Según la
página que antes os cité, es muy importante introducir el hojaldre estando
frío, para que la masa suba por contraste de la temperatura.
Introducirlo al horno durante una
hora a 170ºC
y después simplemente dejarlo enfriar… o no!!!
Vaya textura mas rica tiene! me encantan tus dulces... me quedo por aqui, un beso de Adela, de
ResponderEliminarhttp://eldulcepaladar.blogspot.com.es/
Muchas gracias Adela!!!! La verdad es que la textura y el sabor fueron impresionantes.
EliminarPor aquí nos vemos!!!
Mua