Lo primero de todo: FELIZ 2.013!!! Hubiera querido subir
esta entrada antes de acabar el año, pero si os digo la verdad es que hacer
roscones es muy laborioso y deja poco tiempo para otras cosas, pero aquí
estamos, empezando año con unos lindos corazones de almendra y azúcar, no hay
mejor forma de comenzar!!!!
Además de los ingredientes básicos de la receta se le pueden añadir otros y entonces cambia de nombre: Pan de Cádiz (mazapán relleno de fruta confitada), Ánguilas (mazapán relleno de yema), Empiñonadas (mazapán empanado en piñones), Pasteles de Gloria (mazapán relleno de batata)… así un gran recetario con base de mazapán.
He investigado por la red para conocer la historia del
Mazapán y me he sorprendido que tiene numerosas páginas web que sólo están dedicadas
a este tradicional dulce y en cada una cuenta una maravillosa historia sobre su
procedencia. Así que hoy no me decanto por ninguna de ellas, sólo puede decir
que la almendra convertida en pasta y con algún ingrediente dulce nos ha debido
acompañar toda la historia de la humanidad. Los persas, los griegos, los árabes…entre
otras culturas que han vivido en la vieja Europa pueden ser sus creadores, así
que todas las versiones pueden ser validas y aceptadas. Centrándome en mi país,
diré que en España es un dulce muy típico de estas fechas y en algunos lugares
como Toledo puede tomarse durante todo el año.
Además de los ingredientes básicos de la receta se le pueden añadir otros y entonces cambia de nombre: Pan de Cádiz (mazapán relleno de fruta confitada), Ánguilas (mazapán relleno de yema), Empiñonadas (mazapán empanado en piñones), Pasteles de Gloria (mazapán relleno de batata)… así un gran recetario con base de mazapán.
Pero yo me voy a centrar en la receta básica para
degustar en esencia el sabor de la almendra.
Ingredientes:
- 300 gr. de almendra molida
- 300 gr. de azúcar glass
- 2 cucharadas soperas de agua
- 1 clara de huevo
Elaboración:
En una fuente se coloca la almendra molida, que podemos
comprarla ya así y ahorrarnos algo de trabajo, junto con el azúcar glass (de ahí
la finura de este dulce bocado, si fuera azúcar lustre quedaría una textura más
basta) y las dos cucharadas de agua.
Con las manos, se amasan los ingredientes hasta que se
queden homogenizados y no se peguen a las manos. Lo tapamos con papel
transparente y lo dejamos reposar en la nevera durante un par de horas.
Cuando ha transcurrido el tiempo marcado, con un rodillo
alisamos la masa dejando un grosor de 2 centímetros, más o
menos y con un corta pasta pequeño hacemos las figuritas, también se pueden
hacer a mano moldeando la pasta hasta conseguir una forma de tipo caracol o
espiral. Se colocan sobre la bandeja del horno con un papel vegetal y se
pincelan con la clara del huevo. Lo importante es que la clara esté a punto de
nieve antes de usarla, mejorará el resultado final. Se introducen al horno,
previamente calentado SÓLO en la parte superior, ya que el mazapán se puede
considerar un producto semi crudo, realmente el horno le dará el tono tostado
que le caracteriza, éste debe estar a 200ºC y estará entre 2-3 minutos, no mucho más,
porque se cocería en exceso y endurecería.
Sacarlos de la bandeja y enfriar. Cuando ya no estén
calientes uno a uno envolver en un poco de plástico transparente de cocina,
para conservar mejor su textura y guardar en una cajita de metal. Pueden conservarse
en muy buen estado durante semanas.
Espero que os gusten.
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