Hoy para celebrar el primer año
de dulces andaduras os presento una entrada muy especial. Tengo el honor y gran
suerte de poder presentaros a mi tátara tatarabuela Casiana Campos.
Cómo ha llegado hasta mí toda
esta información ha sido un regalazo y qué mejor día que hoy, 28 de enero, para
escribir estas palabras.
Hace un año justo abría esta
etapa de mi vida con una historia de mi familia paterna llena de magia y
significado. Pocos días después contactó conmigo una prima segunda de mi madre
vía Fb, que vive en Almadén (Ciudad Real) pueblo del que procede mi familia
materna, para decirme que por la parte Algora también tenía raíces
gastronómicas muy importantes y que una antepasada nuestra había sido muy buena
cocinera. También me dijo que todavía tenían recetas que ella misma elaboraba y
tras intercambiar unos correos tuve el honor de recibir parte de ese recetario,
quedamos en que me mandaría alguna foto suya para publicarla con la receta.
Han ido pasando los meses y para este
primer aniversario pensé que sería fabuloso contar esta historia, lo que no me
imaginaba es todo lo que vendría después.
La semana pasada por fin recibí
esta foto suya, la ilusión que me produjo verla fue impresionante, las familias
son auténticas cajas de sorpresas y como ya sabemos lo que hay en una, lo hay
en la otra. Así que mi prima me relató la siguiente historia:
Casiana Campos se quedó viuda con
21 años y embarazada de una hija, parece ser que su marido, Luis Ruiz-Salvador,
murió en una guerra y ella, siendo de Dos Torres (Córdoba) se fue a Almadén. No
tenía apoyo familiar ya que al poco de quedarse viuda su madre falleció. Fue
contratada como cocinera para el director de las Minas de Almadén y pronto la
nombraron jefa de cocina por sus altos dotes culinarios.
Para su época era una mujer muy
culta que se hizo un renombre entre los cocineros más prestigiosos de finales
del siglo XIX y principios del XX. Con
frecuencia viajaba a Madrid a comprar libros y aprender de otros cocineros.
Parece que hay muchas anécdotas
suyas y que estuvo presente en muchos acontecimientos históricos de la España
del momento, uno de ellos fue la boda de Alfonso XIII, a la que fue invitada a
participar como una de las cocineras en la elaboración del banquete. Por
cierto, buscando por la red aquí lo tenemos:
Consomé Nilson (consomé de buey con profiteroles rellenos
de parmesano)
Huevos Perigeaux (escalfados con setas)
Lenguado a la Colbert (con salsa holandesa y tomate)
Costillas de Ternera al Jerez
Capón de Cascajares deshuesado relleno al horno, era el plato principal del
banquete
Pastel Nupcial, una novedad a principios del siglo XX que llegó de Inglaterra
Imaginaros que emoción y cara se me iba poniendo cuando
descubría toda esta historia. Fue una mujer que nunca más se volvió a casar,
crió a su única hija entre los fogones y mi madre me ha contado que cuando ella
se jubiló, los ingenieros de la mina siguieron yendo a comer a su casa. Tiene
algunos libros manuscritos por ella, que la familia ha conservado con recetas
tan de la época como: Perdices con Uvas, Sopa de Almendras (típica de
Nochebuena) y muchos postres de lo más sofisticados, entre ellos la receta que
os presento hoy: Besos de Dama, además de sus propias creaciones. ¡En fin, todo
un tesoro!
Con gran orgullo y emoción he elaborado este fin de
semana tan especial receta y cuando hacía las fotografías la belleza y el amor
me rodeaban. Mis dos ramas familiares siendo una para apoyarme y guiarme en
esta etapa. He elegido esta fabulosa orquídea para decorar las fotos como
símbolo de la cadena de mujeres que me precede, a la que honro y agradezco
todas sus vivencias y sus historias porque es la información que yo porto, son
los dones que me enriquecen.
Desde aquí quiero agradecer públicamente a Anabel
Gallego-Preciado Algora por preservar nuestras historias de familia y
trasmitirlas a las siguientes generaciones. Siempre he pensado que en cada
generación hay una o varias personas que se encargan de conservar y honrar
nuestro legado y que son de gran importancia en los sistemas para saber quienes
somos y de donde venimos. Por eso, GRACIAS Anabel por compartir conmigo y
con todos, tan valiosa información, te prometo que lo preservaré y trasmitiré a
nuestros descendientes.
1 año = 7000 visitas = mucha ilusión = un gran futuro = mi mayor agradecimiento a
todos!!!!
Besos de Dama
- 50 gr. de mantequilla
- 30 gr. de azúcar blanca
- 1 cucharadita de postre de almendra molida
- 100 gr. de harina
- 1 pizca de vainilla en polvo
- 1 pizca de sal
- 4 o 5 onzas de chocolate negro
Elaboración
Lo primero de todo es mezclar el azúcar con la almendra,
acto seguido añadimos la harina, la sal y la vainilla. Lo último por incorporar
será la mantequilla que estará bien blandita, yo la derretí un poco. Con las
manos, amasar bien todos los ingredientes, debe quedarse una masa homogénea y
no pegajosa. Si por una casualidad veis que no conseguís este toque, añadir un
leve chorrito de leche, muy pequeño, esto es incorporación mía porque todos los
ingredientes son muy secos y no se amalgamaban.
Hacer una bola y envuelta en plástico de cocina llevarlo a la nevera por dos horas. Me imagino que en la receta original diría algo así como “colocarlo en la fresquera” jejeje. Una vez pasado ese tiempo, hacer bolitas del tamaño de pequeñas uvas y colocarlas en una bandeja presionando un poco para darle una base. Volver a dejarlas en la nevera media hora más y después al horno. Éste debe estar precalentado y la temperatura de cocción será 170ºC arriba y abajo. Colocar las bolitas sobre papel vegetal de horno en la bandeja e introducirlas unos 10-15 minutos, hasta que se empiece a dorar los bordes de la base. Sacarlos y dejarlos enfriar.
Hacer una bola y envuelta en plástico de cocina llevarlo a la nevera por dos horas. Me imagino que en la receta original diría algo así como “colocarlo en la fresquera” jejeje. Una vez pasado ese tiempo, hacer bolitas del tamaño de pequeñas uvas y colocarlas en una bandeja presionando un poco para darle una base. Volver a dejarlas en la nevera media hora más y después al horno. Éste debe estar precalentado y la temperatura de cocción será 170ºC arriba y abajo. Colocar las bolitas sobre papel vegetal de horno en la bandeja e introducirlas unos 10-15 minutos, hasta que se empiece a dorar los bordes de la base. Sacarlos y dejarlos enfriar.
Derretir al baño María las onzas de chocolate y cuando
estén en su punto introducir, una a una, la mitad de las bolitas para que se le
manche levemente de chocolate la base. Con la otra mitad de las pastas unirlas
a la base chocolateada y dejarlas enfriar por completo.
Con estas cantidades da para unos veinte besitos que de
una sentada no están mal jejejeje. Sólo deciros que tienen ese sabor que evoca
toda una época... auténticas delicias procedentes del siglo pasado!!!!
A por el segundo año!!!!
A por el segundo año!!!!
Nuestra comida tendría la mitad de su encanto sin la literatura que le ponemos, sin esa forma tan teatral que tenemos de llamar a las cosas.
ResponderEliminarTengo que dar la enhorabuena a Aida por este primer aniversario de tu blog y el reconocimiento a una de nuestras mitades la tatarabuela Casiana, cuya cocina hunde sus raices en el corolario multicultural de las gentes que han conformado el paisaje humano del entorno geográfico de ALMADÉN, entre Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha.
El aceite, las almendras, las especias y la miel se hunden en lo más profundo de nuestra tradición familiar heredadas de la tia abuela Agustina Algora a madres y de madres a hijas desde tiempos inmemoriales, capaces de hacer un dulce que cuando te lo llevas a la boca, como es el caso de "BESOS DE DAMA", te traslada a un mundo de fantasía y amor durante los escasos segundos que dura en tu boca.
Muchas gracias por todo!! No tengo palabras para expresar lo importante que ha sido para mí "encontrar" esta historia. ha sido crucial!!! Lindas palabras!!!!
EliminarMuchos besos!!!!
Impresionante relato, que al igual que tus creaciones, nos invaden el paladar y la memoria. Sigue asi querida amiga, que como dijo alguien muy querido , los sueños hay que perseguirlos y trabajar muy duro para ello. Ha sido todo un año de superar retos, emociones, sentimientos y como no, de afianzar este maravilloso blog. Espero poder seguir disfrutando, no de un año, sino de muchos mas de sabiduria culinaria, de tan bellas palabras y relatos que te llegan a lo mas profundo de tu persona.ENHORABUENA POR ESTE AÑITO. Una seguidora incondicional
ResponderEliminar"Seguidora incondicional" gracias por tan bellas palabras, sabes que en mi cocina y en mi corazón siempre hay un hueco pa' vosotros!!!!
EliminarMuaaaa
Una autentica delicia y un enorme orgullo de ser tu madre!!!
ResponderEliminarY también asombro ante la magia de la vida que permite 6 generaciones después a través de tus manos seguir deleitandonos... ¡TODO UN REGALO!
Muchas gracias y a mí ser tu hija!!!!
EliminarGracias por estar ahí al frente de esa cadena de mujeres!!!
me encanta el post la receta y el blog me quedo ya como seguidora voy a darme una vuelta besitos http://natirecetascaseras.blogspot.com
ResponderEliminarGracias Nati!!!
EliminarAhora mismo me paso por ahí!!!
Mua
Uma verdadeira delicia!
ResponderEliminarEncantada com o blog!
Beijinhos
Muchas gracias Silvia!!!
EliminarUn gusto tenerte por aquí!!
Besos
mi mas sincera enhorabuena, no solo por tu blog el cual acabo de descubrir un poco por casualidad y en el cual me quedo si me lo permites, si no porque es una joya lo que has heredado, menuda receta y la historia personal de tus antepasados. te invito al mio, mas modesto si cabe pero escrito también con vivencias e historias familiares y personales. un abrazo. Pilar Calleja
ResponderEliminarHola Pilar, de todo corazón: muchas gracias por tus palabras. Un placer tenerte por aquí!!!
EliminarLa verdad es que en cuanto empizas a bucear un poco por la historia familiar aparece como tu dices verdaderas "joyas", seguro que tendrás muchas también por contar.
Ahora me paso por el tuyo...para quedarme claro!!!
Un dulce saludo
Acabo de conocer tu blog y me haz cautivado, preciosa historia y preciosos Besos de Dama, imagino que es tu tatarabuela dándote esos besos.
ResponderEliminarFelicidades.
Muchas gracias por tus palabras y por pasar por aquí!!!
EliminarPrecioso relato, muy evocador. Esa magia que tienen los fogones que puede cambiar el rumbo de una vida y con la que muchas mujeres han escrito y trasmitido la historia a sus descendientes. Hay algo de "Como agua para chocolate" y del "Festín de Babette" en ella. Y la receta ya la pondré en práctica pero parece tan maravillosa como su nombre. Enhorabuena!!!.
ResponderEliminarPues si la pones en práctica ya me contarás, la verdad es que tienen un sabor muy delicado, como de aquella época ;)
EliminarGracias!!!