Con estos días de frío ya típicos
de esta época del año, lo que os voy a pedir es que viajéis por vuestros
recuerdos hasta las últimas vacaciones de verano y recordéis lo calentito que se estaba bajo el sol...con
una bebida refrescante en la mano y la sonrisa que produce tener unos días de
descanso... ¿Ya lo habéis atraído a vuestra mente? Y a que ahora la
respiración es más pausada y no se ve tan dura la semana ¿Verdad?
Pues ahora yo entro en
mis recuerdos de verano y me encuentro en un barco camino a Cozumel, una isla
del caribe mexicano rodeada de arrecifes de coral, pura naturaleza tanto dentro del
agua como en sus tierras. Encontramos
un taxista que nos llevó por la isla; que según mi madre era un “Conseguidor”.
Ese hombre tenía el don de conseguir que la persona que se sentaba en su auto
encontrara lo que venía buscando. Nos contó, mientras
recorríamos las blancas playas, que una vez llegó un australiano que
sólo había ido a la isla para poder fotografiar a una mariposa que era
autóctona de allí y muy rara. Tras un largo recorrido por vías selváticas vio realizado el
sueño de ese hombre. Así que nosotras le pedimos encontrar un colibrí, ese
animal tan maravilloso y que da tanta alegría verle aletear por las flores... y
lo conseguimos!!! Qué alma tan libre!!!!
Después de recorrer la isla viendo sus maravillas naturales y
reponiéndonos del calor, el chofer nos llevó a comer a un restaurante donde de
postre nos pusieron esta maravillosa tarta. En alguna ocasión había visto en
revistas dulces con aguacate, pero todavía no había probado nada así. Esta tarta
se presenta semi helada (el sabor del aguacate destaca
a cualquier temperatura), según lo
introduces en la boca... el sutil sabor de la fruta llega a tus sentidos y con ese toque mantecoso el deleite está asegurado. Sobre una base de galleta este postre
es exótico y te induce a repetir. No busqué la receta en ningún lugar más que en nuestros
paladares. Deseo que os guste y que os transporte a lugares tan mágicos como
el que yo visité.
Ingredientes
- 200 ml de nata líquida
- 3 aguacates (de tamaño pequeño/mediano)
- El zumo de dos limones
- Azúcar blanca al gusto
- 3 hojas de gelatina
- Galletas molidas
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- 1 chucharadita de las de café de canela en polvo
Elaboración:
Moler las galletas hasta dejarlas
en polvo y añadir el azúcar moreno y la canela, prensarlo bien sobre el
recipiente (mejor de los desmontables) para hacer la base y los laterales,
éstos son algo más difícil de realizar, pero con paciencia y destreza se puede
hacer unos sabrosos bordes.
Ahora toca la parte
principal de la receta, se pelan los aguacates, se trituran con la batidora y para que no pierdan su color,
rápidamente se mezclan con el zumo de los dos limones. Se añade el azúcar, no
marco una cantidad especial es mejor
que cada uno le de el punto justo de dulzura.
En un cazo se pone a calentar la
nata y en agua fría se remojan las hojas de gelatina, cuando la nata está tibia
se le incorpora la gelatina y el resto de ingredientes. Se vierte sobre el
molde donde está la base de galleta y se dejar enfriar en la nevera para que
cuaje. Un par de horas después se puede meter en el congelador para darle la
textura semihelada. Para decorar espolvorear canela por encima.
Uuuummmmmm que sabor!!! Qué recuerdos veraniegos!!! Y nosotros lo tenemos ahora de temporada en nuestro país y a un precio más asequible.
Tiene una pinta estupenda, creo q nunca habia pensado en el aguacate como postre. ¡Me ha encantado la receta! Sigue sorprendiendo a nuestros paladares.
ResponderEliminarUna seguidora fiel
Gracias por tu comentario y por estar ahí!!! Si la haces me encataría saber cómo te queda.
EliminarBuena semana