De hace un tiempo a esta parte, esta receta
es de las más ricas que he creado, de hecho estoy deseando hacerla otra vez y
deleitarme con su sabor. Es un creación única con la base de la receta de
bizcocho de aceite de Simone Ortega, esa mujer que como en EEUU Julia Child,
ayudó a la mujer "desirvientada" a convertise en la gran chef de su cocina.
Tengo que decir que por mi carácter indómito a la hora de seguir una receta no
soy muy adepta al libro de Simone, pero en este caso me dejé llevar por la
intuición, tomé sus instrucciones del bollo y le añadí unos cuantos
ingredientes resultando este esponjoso bizcocho de ciruelas y avena.
Aunque la ciruela es un fruta de temporada
creo que se le puede añadir cualquier otra que haga el mismo efecto, crear
espacios dentro del bizcocho donde la textura, el color y hasta la jugosidad cambien, así como también el sabor a la hora de comer un bocado. Así que la manzana, melocotón,
fresa... son bienvenidos también a esta receta.
Seguiremos aprovechando todavía lo que nos
ofrece este verano prolongado en cuanto a frutas se refiere y en mi caso elegí
ciruelas rojas. Pasemos ya a la elaboración de este bollo.
Ingredientes:
- 250 grs. de harina
- 100 grs. de azúcar moreno
- 2 huevos
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de las de moka de bicarbonato
- 1 pizca de vainilla en polvo
- 1 vaso (de los de agua) de aceite
- 1 vaso (de los de agua) de leche
- 50 grs. de copos de avena
- 4 ciruelas rojas de buen tamaño
- Para la cobertura: un puñadito de copos de avena con azúcar moreno.
Elaboración:
Se baten los huevos como si fueras a hacer
una tortilla y aquí me detengo para describiros cómo me enseñó mi abuelo
materno a hacer una buena tortilla francesa. Un día siendo yo pequeña y estando
con ellos de veraneo, mi abuela me puso delante de un plato con varios huevos
para que los batiera y mi abuelo que andaba por allí me dijo: “Mira niña, te
voy a enseñar como se hacía en mi familia las tortillas para que queden bien
esponjosas” y entonces volcó un poco el plato para que las yemas escurrieran y con
fuerza empezó sólo a batir las claras, bien batidas hasta que aumentaron en
tamaño y estaban bien blanquitas y
espumosas, sólo entonces rompió las yemas y ya lo mezcló todo. Desde entonces
continuando la tradición, aprendí hacer bien ricas y esponjosas las tortillas,
como se hacía en casa de mis antepasados y siempre que hago una recuerdo con
gran cariño la enseñanza de mi abuelo.
Volviendo ya a nuestra receta, incorporamos a
los huevos batidos, la leche, el aceite, la sal, la vainilla y el azúcar.
Cuando estén bien meclados estos ingredientes añadimos poco a poco la harina y
el bicarbonato. Por último, la avena y
las ciruelas picadas con piel y deshuesadas.
Se coloca en el molde ya engrasado para
hornear y se cubre con el resto de copos de avena y azúcar. En el horno estará
alrededor de 45 minutos a unos 180ºC, como siempre digo con el horno precalentado, sacándolo cuando el bizcocho al pincharlo
salga limpio el cuchillo.
Aún caliente, desmoldarlo y dejarlo reposar
sobre una rejilla para que pierda algo de humedad.
Una vez frío (si podéis resistiros) degustarlo solos, en familia o
con amigos, como mejor sienta!!!
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