La tarta Shaker ha sido un descubrimiento de esta
primavera y ha gustado tanto por aquí, que ya se ha elaborado en varias
ocasiones, debido a su especial sabor a limón con un toque amargo que para nada
estorba al global de la tarta, altamente recomendable y fácil de preparar.
Esta receta es creación de "los Shaker", que aparecieron en América a
finales del siglo XVIII, sus fundadores eran cuáqueros que procedían de
Inglaterra y en las nuevas tierras vieron la oportunidad de promover y asentar
sus creencias. Así nacieron las comunidades Shaker, que en cierta medida
recuerdan a los Amish, pero su diferencia fundamental es que si aceptan e
integran los cambios tecnológicos.
De esta comunidad también se destaca su
estilo musical y la ebanistería. Investigando en internet se estima que en la
actualidad quedan pocos seguidores de esta religión ya que entre sus aspectos
básicos se rechaza al matrimonio y esto produjo su rápido declive.
Tengo que
decir que no soy una entendida de esta materia, pero que les agradezco en el
alma la creación de esta receta, que también se puede realizar con naranjas.
Tarta Shaker
Ingredientes:
·
2 planchas de hojaldre
·
4 limones de tamaño medio
·
200 grs de azúcar moreno
·
5 huevos y la yema de otro
·
3 cucharadas soperas de nata líquida
·
1 pizca de sal
Elaboración
Se lavan los limones eliminando cualquier
impureza o suciedad que tengan, ya que se van a usar por completo. Una vez
secos, se cortan en rodajas muy finas, es importante que sean láminas casi
transparentes, porque eso ayudará a su maceración.
Se colocan los limones cortados en un cuenco y
se le añade el azúcar, dandole un par de vueltas y dejando macerar al menos
8-10 horas, durante ese tiempo verás como el limón va soltando su jugo que se
funde con el azúcar, es bueno de vez en cuando removerlo.
Llegado el momento se monta
la tarta; se coloca la primera lámina de hojaldre en la fuente del horno. En el
cuenco de los limones se añade la sal y los huevos, se bate todo y se coloca
como relleno en el hojaldre. Cubrimos con la otra plancha y damos unos
cortes a la masa para facilitar la cocción.
La nata se bate con la yema del huevo y se
pincela la tarta por encima, espolvoreando azúcar blanca. Una vez montada la
tarta se aconseja que esté un rato en la nevera y luego se hornea como unos 45
minutos a unos 180ºC.
La tarta se toma a temperatura ambiente y acompañada
de una infusión realzamos su sabor.
Hola!! Me llamo Cecilia y tengo algo para tí en mi blog, ¿te pasas a recogerlo? Un saludo!
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