Esta semana había cumpleaños, un
amigo forofo de todo lo que vaya relacionado con la cultura estadounidense me
encarga una tarta, pues que mejor que una cheesecake!!! Dulce típico de New
York, ciudad donde por lo menos le hubiera gustado nacer, seguro, aunque yo
creo que una parte de él siempre será de allí.
El resultado final es delicioso y os animo a comprobarlo
En este caso quería darle un
toque real, con sabor auténtico a queso. Así que decidí fusionar la receta familiar de tarta de
queso con la composición de la tarta americana (base de galleta y confitura de
fruta).
Tengo que decir que la tarta
salió hermosa y no sólo me refiero de aspecto, debía pesar 2 kilos por lo
menos!!!! De sabor estaba muy buena y a todo el mundo le encantó.
En relación a la receta familiar
os contaré que recuerdo de pequeña las cenas y cumpleaños con primos y tíos, donde era ovacionada esta deliciosa receta casera y en secreto os diré que no consentía comerla, porque no me gustaba su sabor, pero ahora…. Creo
que en estas semanas caerá una para el petit comité jejejeje!!!!
Ah!!! Resaltar los colores de la
presentación, en honor a la bandera, me parecía muy yankee poner una, pero sí
hacerle un dulce guiño.
Cheesecake
Ingredientes
La base:
- 75 grs. de mantequilla
- Galleta molida (suficiente para cubrir la base)
- ½ taza de las de café de azúcar moreno
- 1 cuchara de canela en polvo
- Zumo de un limón (grande en cáscara y jugo)
- Cáscara de un limón
- 1 bote de leche condensada (de 500)
- 3 huevos
- 750 grs de requesón
- Confitura de fresa
En primer lugar triturar las
galletas, siempre lo he realizado con un mortero y ésta vez siguiendo un
consejo lo hice con el molinillo de café…. Sin palabras…. Quedó más suelto y
reducido, perfecto para la base. Añadir derretida la mantequilla, el azúcar y
la canela. Amasar para que los ingredientes se amalgamen y quede lo más
homogéneo posible. Para colocarlo en la base del recipiente y quede prensado se
puede usar un plato para presionar. Lo mejor es que el molde sea desmontable
para luego la presentación.
La parte central de la
tarta: colocar en un recipiente alto el zumo, la cáscara rayada, la leche
condensada, el requesón y los huevos;
batirlo hasta dejar una textura líquida, verter sobre el molde y llevarlo al
horno unos 40 minutos a 200ºC, es preferible que sólo se cueza por debajo, esta tarta suele quedar pálida, lo cual no significa que no esté bien cocida.
Una vez sacada la tarta del
horno, dejarla enfriar y si se hace el día de antes tomará más sabor. Ya sólo
queda la última parte, la cobertura, lo ideal es que hagáis vosotros la propia
mermelada de fresa, ya sabéis que hace unos meses subí una rica receta: "Mermelada de Fresa",
si no os da tiempo o estáis perezosos comprar una confitura de fresa, pero de
buena calidad, para que no empobrezca el resultado final.
Desmoldar la tarta,
repartir por encima la confitura y a la nevera… esta tarta está rica
tomándola semi-fría.
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