Hoy es un gran día para mí, mi
cumpleaños. Y lo estoy celebrando de la mejor manera que se puede: en plena
naturaleza y rodeada de la familia que tanto quiero, la que está aquí y la que
está por otras tierras, todos están en mi corazón y los siento más que nunca.
Es un cumpleaños diferente, el
primero en el que no está mi padre (físicamente) y eso lo hace tan extraño...,
pero le tengo muy presente, lo siento detrás mía, dándome el apoyo necesario
para este punto de mi vida: cambio de década, cambios en la familia, cambios en
lo laboral... Cada vez más creo que la vida me está regalando en mi 30
cumpleaños la posibilidad del “cambio”. Como ya he dicho anteriormente, sé cómo
empecé el 2.012 pero no sé cómo lo terminaré. Mientras escribo estas palabras,
levanto la vista y la belleza de La Vera me muestra su mejor estampa, tengo paz
en mi interior y sobretodo mucho amor.
Así que para celebrar tan
especial día pensé en hacerme una tarta bonita, dulce, aromática y con ese
punto ácido que tanto me gusta en los postres. Al principio me costaba
encontrar una receta idónea, pero sabía cual era la presentación que quería, lo
había visto ya en muchas revistas y blogs y tenía ganas de hacerla. Poco a poco
vino la inspiración y aquí os presento mi Charlota de Frambuesas.
Charlota de Frambuesas
Ingredientes:
- Bizcocho de soletilla (para el relleno)
Crema Bávara de frambuesas:
- 450 gr de frambuesas (para economizar pueden ser congeladas)
- 50 cl de crema pastelera (1 sobre de natillas diluido en la mitad de leche para que esté bien espesa)
- 200 ml de nata líquida
- 4 hojas de gelatina
- 70 gr. de azúcar moreno
Decoración:
- Bizcocho de soletilla
- Frambuesas frescas suficientes para cubrir la superficie.
Elaboración
Lo primero de todo es hacer la
crema Bávara, para ello ponemos a calentar la crema pastelera, la nata líquida,
el azúcar y los 450 gramos de frambuesas ya pasadas por la batidora, hechas una
pasta. Cuando ya esté bien mezclado y caliente le echamos las hojas de
gelatina, previamente hidratadas en agua fría. Removemos hasta diluir y
retiramos del fuego, dejando que se vaya enfriando para montar la tarta.
La crema Bávara tiene que haberse
enfriado para que tenga más
consistencia según ha ido tomando cuerpo la gelatina. Entonces se monta la
tarta en uno de estos recipientes que luego son desmontables para poder
decorarla. Lo primero es colocar una base de bizcochos de soletilla, luego capa
de crema de frambuesas y otra capa de bizcochos, si todavía la crema está muy
liquida puede ocurrir que los bizcochos tiendan a subir a la superficie,
simplemente esperar un poco más a enfriar la crema. Se pueden hacer tantas
capas como el recipiente permita y luego llevarla a la nevera. Es un postre que
si se realiza en día de antes toma más sabor.
Por último la decoración,
desmoldar la tarta y cubrir toda la superficie con las frambuesas frescas,
rodearla con los bizcochos de soletilla
y con un lazo se le da el toque final.
Pienso hacerla, y la presentación preciosa¡
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