Vamos a comenzar una semana temática de... bizcochos!!!
Ese maravilloso dulce que se puede
hacer de mil maneras, que sirve para desayunar un domingo, merendar en la playa
en marzo... y siempre está rico, ya sea tradicional (con un buen sabor a huevo)
o exótico con piña o ... el ingrediente
que se te antoje. Es una delicia siempre y cuando cumplas unos
requisitos imprescindibles como: el horno bien precalentado y no abrirlo
durante la cocción, y un secreto... que el recipiente donde se vaya a hornear
sea de barro, lo prometo, no queda igual un bizcocho en cristal, silicona o
metal que en un buen barro. Todos sabemos que cuando algo se guisa en barro
adquiere un sabor... antiguo, un sabor real y ése es el sabor que le vamos a
dar a esta receta.
Historia de la receta...
sencillamente unos plátanos en la nevera que ya tenían un color poco estético y
un chocolate negro que no tenía mucha aceptación tal y como era, pero que de
repente se convirtieron en los protagonistas de un rico bizcocho llamado:
Bizcocho Choco-Banana
Ingedientes:
- 2 plátanos (maduritos)
- 1 yogurt natural
- ½ limón en ralladura
- 100 grs. de mantequilla
- 150 grs. de azúcar
- 2 huevos
- 250 gr. de harina tamizada
- 1 chucharadita (da las de café, rasa) bicarbonato
- Dados de chocolate
Elaboración:
Lo primero que mezclamos son los
plátanos en puré , el yogurt y el limón.; acto seguido añadimos la mantequilla
reblandecida, el azúcar y los huevos. Seguimos removiendo a mano con unas
varillas e introducimos la harina previamente
tamizada, el bicarbonato y el chocolate. Me encanta el sabor artesanal que le
proporciona el bicarbonato a este tipo de recetas.
Cuando todo está bien batido se
coloca en el molde de barro (engrasado con un poco de mantequilla) y se
introduce en el horno al máximo, priorizando que la cocción sea siempre desde
abajo, pero eso ya cada uno sabe cómo funciona su horno.
Cuando haya subido y al
introducirle un cuchillo y salga limpio, ya está listo para sacarlo del horno,
por favor pincharle sólo una vez que siempre tenemos la manía de acuchillar al
pobre bizcocho que no ha hecho nada, con una vez que comprobemos que sale
limpio tenemos bastante.
Al sacarle del horno y del
recipiente, con cuidado de no quebrarlo, colocarlo sobre una rejilla para que
termine de enfriar sin humedad.
Y saborearlo con un buen vaso de leche fresquita!!!
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